Fueron unas jornadas de mucha poesía y de amistad. Nuestros amigos de Algeciras lo organizaron espléndidamente. Aquí están algunas fotos.
Y el lunes 31, participé en el homenaje a Almudena Grandes que realizamos en Jaén, en el teatro Darymelia. Allí recité el poema "Como esos olivos sempiternos":
“La verdad es toda la verdad y no solo la parte que nos conviene” (*)
El lector de Julio Verne (Almudena Grandes)
“Así era el mundo, mi mundo, el lugar
donde yo había crecido, donde había vivido durante nueve años, una ciénaga
donde los valientes, los leales, los inteligentes, tenían que dejar de serlo si
no querían morir jóvenes, y la autoridad se apoyaba en la traición, y los
traidores lo eran siempre por dinero, y los héroes vivían como animales mientras
los cobardes, los chivatos, los analfabetos, comían caliente y dormían en sus
camas, amparados por el respeto a las personas decentes.”
El
lector de Julio Verne (Almudena Grandes)
Como esos olivos sempiternos
de raíces míticamente tercas,
obstinadamente vivas,
entre la muerte resurge la vida.
La muerte tiene dobleces
que me dejan sin dormir,
curvas que se hacen eternas
y me reclaman para hallarte,
tras el vértigo de la vorágine.
Truenan las tinieblas en mí,
y no despierto, no he dormido…
sigo vivo entre los pliegues
del tiempo y el olvido,
sorteando curvas eternas.
La muerte tiene dobleces
y el miedo participa de ese origami
vacío
de espera tras la puerta rociada de
odio,
y unos nudillos de terror invitando
a un amanecer desierto por la espalda…
y las ropas teñidas de negro.
La muerte tiene dobleces
la autoridad los deshace todos
para rehacerlos a su antojo
en nombre de la ley.
La muerte tiene dobleces,
el asesinato solo tiene una línea
recta,
que delata, que hurga en la tierra
por un nombre, por una vida…,
en nombre del nacer,
en nombre del ser.
Una línea blanca de paz
de victoria, de verdad…
la cruzo, participo, venzo.