viernes, 12 de diciembre de 2008

LECTURA EN EL IES CALETA


El pasado día 10 de diciembre nos reunimos varios indocentes en el IES Caleta, de Cádiz, para relizar una serie de lecturas de nuestros poemas. Ante un público de 3º de ESO, estuvimos, Charo Troncoso, Raquel Zaragoza, José Aurelio Martín y Juan Rincón. Fue un acto muy emotivo. La crónica que realizó del evento el amigo José Aurelio fue magnífica, y puedes verla en: http://indocenciascadiz27.blogspot.com/

sábado, 6 de diciembre de 2008

SELENA GAVIOTA



Una selena gaviota
enmudece el griterío infantil
en la desierta arena
de la playa.
Y un apático y benévolo pez
vibra
entre las olas
que besan la vida.
Siente esperanza
al alba.
¿Adónde te diriges gaviota errante?
¿Adónde vas si el cielo nublado
no te convence…
y te envilece?
¿Adónde marchas sibilina gaviota
colmada de aire de libertad?
Gaviota, gaviota,
inspiración marina de luz divina,
sin eslabones,
diáfano reflejo en el agua,
en un remanso de vida,
de voz.
Selena gaviota…
Dime qué encierras en tu horizonte de mar.
Dime qué avistas en tu horizonte de arena.

domingo, 30 de noviembre de 2008

El poemario indocente "La arroba en el Parnaso", galardonado.


El poemario "La arroba en el Parnaso", en el que hemos participado Juan V. Fernández de la Gala, Ramon Luque Sánchez, Daniel Cotta Lobato, Juan L. Rincón Ares y Paco Velázquez Barroso (pertenecientes todos al grupo INDOCENTES), fue presentado al V Certamen de Poesía, organizado por el Área de Juventud a través del Programa Alcazul y por la Biblioteca Pública Municipal "Miguel de Cervantes", de Herencia (Ciudad Real ), obteniendo un áccesit en la Modalidad B. Si quieres leer "La arroba en el Parnaso" pincha aquí.

domingo, 23 de noviembre de 2008

A MI HERMANA


La vida sigue, es inevitable, tropieza, cae y se levanta, tropieza, cae y se levanta, y así el eco de nuestros días fluye cual riachuelo en su libre recorrido por zonas escarpadas y terreno abrupto, abriéndose camino como puede, armándose de paciencia, liberándose a cada paso y exhalando e insuflándose nuevos bríos, para afrontar las nuevas sensaciones que nos esperan tras las cortinas de un nuevo día.

domingo, 28 de septiembre de 2008

PUEDE NACER LA NOCHE ERRANTE



Puede nacer la noche errante
en un rígido sueño enajenado
y el vértigo delirante
hacernos caer ensimismado…
en el sibilino abismo negro
sembrar de espinas el día,
abrumar sereno nervio
la senectud de la tarde arpía.
Agrietar las vigas de la inconsciencia
y arrojar pérfidas cenizas
a la negritud de la idiocia ciencia,

cimentar el escorzo pagano entre risas
de un templo febril,
la irrupción áspera y sedente
del agonizante miserere en abril,
la santidad en cruz penitente
de una frente hinchada, marchitado
el estrépito de los contendientes,
el hedor desgañitado,
la mancha inconmensurable, incandescente,
la distancia aturdida
en un loco desvarío,
poder furtivo, vida,
bíblico, mío…
casi celestial.

martes, 22 de julio de 2008

HOY TE HE LLORADO, MAMÁ


Hoy te he llorado, mamá, como nunca hubiera creído poder hacerlo, como siempre he querido hacerlo en este silencioso mes.
Hoy la tarde ha entristecido conmigo y el vuelo de la gaviota ha sido más pesado, abúlico e indeciso… y las caracolas no han erguido sus conchas, ni las han mimado… y las nubes han ennegrecido el cielo como un manto atónito de melancolía.
Hoy hace un mes, un largo, ingrávido y abrupto mes. Han sido días de miradas enhiestas, firmes, intensas, mamá, procurando no derramar ni una gota de salado rocío, por mor de que papá, ¡ay papá!, no se derrumbara, ni que mi hermana cayera tumbada en el triste devenir del abatimiento.
Mas hoy, mamá, he escuchado un fandango de Huelva que me ha devuelto a ti. Han sido unos minutos de angustia errática, recordando mi última noche contigo, mamá. ¡Y cómo te hablaba! ¡Y cómo te he hablado hoy! ¿Me has escuchado entre las olas? ¿Sobre las olas?...
Y me has brillado, y tu resplandor me ha colmado de lágrimas que se han unido a tu sal cristalina.
Y me he sentido libre mirándote en el horizonte, donde tu fulgor se ha unido al mágico sol vespertino.
Y mis ojos quilla han avanzado hacia el indeleble confín, para verte, hacia el desencuentro… para hallarte.
Y el blanco de mis ojos ha sido espuma de mis pies.
Y he alcanzado el sol, lo he tragado. Ese sol que amamanta mi piel, que ha arrancado una sonrisa a tu brisa, mamá. Porque eres sol con luz… y sin luz.
Mamá, mamá… ¡Cuánto te he llorado! ¡Cuánto he gemido a la luz divina! ¡Cuánto, tan poco,
te he llorado!
Y estás ahí mirándome como sólo tú sabes mirarme, como a mí me gusta, como siempre he ansiado. Y he sentido de nuevo tu hermosa cara de primavera acariciar la mía, suave, fresca, límpida, emergente, sensible, sublime, cargada de ilusión.
Te he hablado y me has dado fuerzas de mármol blanco, de trompeta barroca en concierto de Brandeburgo, de poema efímero de Miguel Hernández, de voces de algarabía en una escuela infantil cuando suena la sirena para la sal
ida.
Eres inmensa, mamá, sol, todo sol, toda tú. ¡Tanto te quiero, mi luz, mi guía!
¡Cuánto te quiero! ¡Y cuánto te echo de menos, mamá!
Aquí estoy, aquí he estado en el amanecer del mar, entre las arenas de la melancolía, entre los acordes de La Misión sus voces hermosamente angelicales…
¿Será alguna la tuya? Seguro que sí.
Ya es tarde, mamá, hasta mañana. Dame un beso como sólo tú sabes. Yo te lo devuelvo en la frente, para protegerte… Hasta mañana, mamá, te quiero.

sábado, 12 de julio de 2008

EL CIELO



¿Qué por qué el cielo es azul?
¿Viste el arco iris todo presuntuoso aquella tarde lluviosa cuando cortésmente, el agua cedió su asiento al sol?
¿Lo viste?
¿Observaste alguna vez tanta luz unida, tanto color colmando tus pupilas?
Pues la luz que presume, se jacta de ser tan bella, con frecuencia se nos manifiesta blanca, o amarilla si lo deseas -¡es tan vergonzosa ella!
Y ahora voy a referirte un
secreto:
Si diriges la vista todas las mañanas hacia el cielo, ensayando buscar tu reflejo en él, pocas veces lo hallarás, pero tú persiste, aunque él insista en mostrar su color azul. Es el que prefiere de entre todos los del arco iris.
Que te gustaría que el cielo fuese multicolor como la luz que irradia tu mirada.
A mí también, pero mira, déjalo como está, al fin y al cabo ¿vas a decirme que no es hermoso?

CALETA


Caleta.
Alma de mar.
Mar de mar,
mar femenina.

Caleta.
Mar de sombra.
Inmensa cortina de olas
besa tu roca, escudo épico…
flotando en la luna.

Hoy te he visto más bella que nunca,
engalanada con tus mejores
vestidos salinos.
Ropaje marino,
esplendor de tu juvenil madurez.

Siempre bella,
siempre joven.
Caleta.
Bajo tus aguas, una historia.
Sobre tus aguas, mis ojos,
mis sentidos,
goce, deleite,
placer yódico.

Caleta,
no te soy infiel,
junto a ti siempre vagaré
entre tus charcas y mis locuras.
Entre tus besos
y mis amarguras.
Caleta.

viernes, 11 de julio de 2008

AMOR A ESPALDAS DEL AIRE

Amor que arroja la espalda al aire…

Quizás un espejismo selénico
cubra los párpados de la noche
y la luna tiemble
de atardeceres plácidos.

Quizás no exista
un sol vespertino en nuestras canas
y el viento otoñal
nos cubra sin descanso.

Quizás la luz nos ofusque
en la ceguera cúspide
de los días sin versos celestiales
en sombras chinescas…

Mas el amor asoma
tras los cristales de la fría lluvia
cuando en nuestro invierno
rompe el tic tac
de la voz ronca,
del quejío inmenso,
del lamento trémulo,
del sencillo y plácido
susurro sin fronteras…

Y un beso.

domingo, 29 de junio de 2008

CREA EL CIELO (EL ADIÓS)



Crea el cielo
una sombra
en tu mente suave, serena, quieta…
y en tu tibio y quedo corazón.

Y la luna es alma y dios
en tu sombra.
Todo es penumbra y oscuridad
en tu sombra.
¡Que permanezca
ingrávida
en el tiempo!
¡No quiero verla!

Tu sombra
te detiene,
aprisiona tu esplendor.
¡Que no quiero verla!
Sombra o vida.
Vida sin sombra.
Sombra cautiva.
Penumbra,
eclipse de sol y luna…
sombra.

Herrumbre de vida.
Sombra de paz.
Sombra sin luz.
Corazón agotado.
Voz apagada.
Debilitada llama.
Noche ciénaga.
Sombra de pesar…

Tu sombra negra
se cierne sobre el horizonte difuso y
amargo de la luminiscencia.
¡Cuánto duele el dolor!
¡Cuánta sombra en tu corazón!

Tu aliento agitado
ensombrece tus energías
de madre vespertina.
Y una mirada nocturna, ofuscada,
entristece el aire
con el que me examinas
desde tu albo escondite.

Y tus tersas manos me buscan
en la sombra del tiempo…
minuto a minuto,
segundo tras segundo…,
contra todo,
contra natura…
una oscura eternidad.
Y, sin embargo,
una corta agonía
de periodicidades.

Y la luz sombría
de tus próbidos ojos
aún me mira en quejidos
instantáneos.

Tus pies caminan descalzos
en el oscuro alféizar
de la cándida cama,
en un devaneo desacompasado…
ora adelante,
ora atrás,
en un trasiego errático…
que no alcanzas a controlar.

Y vuelve un lamento
a cubrir de tesa calma
la noche de tu febril almohada,
recostada sobre el siniestro brazo.

Y no quiero dormirme
en la ignorancia nocturna.
Permanezco fiel a tu lado,
junto a la sombra,
de tu frente de borraja,
de tu vientre hinchado
que ruge precipitadamente,
me habla,
protesta,
desdeña,
me susurra…
agonía,..
¡que no vida!

¡Calla! ¡Calla! ¡Calla!
¿Qué extraños sortilegios
escondes en tu interior?
¡Que no quiero ver tu sombra!
¡Que no quiero verla!

Toma mi amor de hijo…
¡Ay, qué poco puedo ofrecerte
en tu sombría y amarga
andadura sobre la umbría…!

Aprietas un puño hiriente
sobre tu blanco antebrazo,
delicado, embelesado,
y lo recojo entre mis manos…
en nuevo y entrecortado
quejido
deshecho en lamento.

Te acaricio…
¡No sufras! ¡No!
Toma todo lo que tengo,
¡toma!
¡venga, tómalo!
Aprieta mi vida
y absórbela.

¡Aparca tu agonía!
¡Cuánto me duele tu dolor!
¡Y aún son las dos!

Tus hinchados y níveos pies
vuelven a caminar,
a deambular torpemente
descalzos entre las oscuras sábanas
del desasosiego…
Hoy regresa el verano,
Este sombrío verano
vuelve a recrearte de calor.
¡Y aún son las dos!

¡Ay, cuánto dolor!
¡Ay, cuánto amor!
¡Y cuánto dolor, dolor…!

A la alborada
te quema la mente…
y sueño con verte,
con ver un gesto de amor…
Y no encuentro…
nada.
¡Nada!
¡Nada!
Deambulo por la habitación…
el día se hizo noche en tus ojos
de agonía,
se hizo sombra en el día…
Duerme, mamá, duerme,
descansa hermosa,
descansa…
te acompaño…


“Aujourd’hui…
maman est morte!"

martes, 24 de junio de 2008

¡MAMÁ, MAMÁ!


¡Mamá, mamá!
¡cuántas cosas he de decirte, mamá!
¡Cuánto te quiero!
No llores, no llores más.
Que cada lágrima
golpea en mi corazón
como las gotas de lluvia
en la arena de la playa desierta
una tarde de otoño.
Quiero que vuelvas a reírte,
reírte conmigo,
quiero hacerte sonreír
e iluminar tu cara
como el sol aclara el espejo marino
y el oleaje salino
de nuestro cálido océano.
Vente conmigo al verde natural,
que torne tu voz quebrada
por el dolor de tu costado,
en el olor a tierra mojada
por la lluvia tenue de mi cariño.
Quiero besar de nuevo tu suave cara,
apretarme en abrazo como niño,
y desaparecer entre tus piernas
para jugar a las escondidas,
hasta que de un guiño
me llames para darme un beso.
¡Mamá, mamá…!
¡venga, ríete!
¡Acaríciame,
acurrúcame en tu pecho
de madre sabia y hermosa!
¡Mamá, mamá!
¡cuántas cosas he de decirte, mamá!
¡Cuánto te quiero!
No llores, no llores más.
¡Te quiero!

viernes, 16 de mayo de 2008

NÁCAR VESPERTINO

Mis pies suben la tersa escalera
del tiempo indeleble,
entre los sollozos de la noche queda.

A cada minúsculo paso
un caballo blanco, errante,
me detiene…
arrogante.

A cada ofuscado suspiro
un halo de energía efímera
me sublima la esperanza,
volatiza la apatía.

En cada goce impávido
mil batallas despavoridas
y un grito unánime
despiertan mi mente crítica.

Porque no encuentro el nácar
en los rostros de mi infancia,
en los rincones de mi juventud.

sábado, 26 de enero de 2008

MAMÁ

Que ni bodas ni bautizos
te nublen los ojos,
madre.
Que nosotros, tus hijos,
más que nunca somos
a tu lado.
Que ahora siendo yo
padre,
mis manos se abren de amor
cuando los brazos
te claman cariño.
Y tú, mamá,
que yo niño...

lunes, 7 de enero de 2008

LA ARROBA


Hay quien la arrob@
me la roba.

Hay quien la encuentra errante
y radiante,
y hasta amante
en la alcoba.

Hay quien ante este batiburrillo
pretende rehacer en un altillo
vocablos en masculino
y su grácil femenino.

Mas quisiera romper una lanza
en esta sibilina chanza,
por las palabras hembras
y machas,
pues mi cabeza no se agacha
ante tanta esperanza
y, ¡pardiez!, cuánta alabanza.

Que más vale maña que caña,
que sobran muchas eñes en España,
pues a mí la arroba no me apaña,
que no la sé leer ni a mí me ataña.

domingo, 6 de enero de 2008

¡VAMOS AL ALCANZARLO!


Tú, incólume
faro de la Caleta,
esclavo del mar rocoso
y de ingrávidas gaviotas.
Pez errante, noctámbulo,
remanso divino,
de almas divinas,
divisas nuestras lívidas miradas,

horizonte en mano,
cuando un relámpago
dibuja nuestras siluetas
en la fachada nocturna.
¡Vamos a alcanzarlo!
¡Tú, mamá y yo!
Y abrazar tu talle salino
que nos embriague aroma marino,
de marea baja,
de algas y marisco,
besar las estrellas
y traértelas para que te abracen.
Jugaremos
- ¡Tú, mamá y yo! -
¡al corro!

EN UN JARDÍN ORIENTAL, LA ROSA

(A MI HIJA ROSA, A QUIEN UN DÍA FUIMOS
A BUSCAR A UN JARDÍN ORIENTAL)

Ojos de luna,
ojos de sonrisa,
en tu cara de sol,
de luz viva.
Te espero,
te esperamos.

Tu primer abrazo,
tu primera sonrisa,
la carcajada triunfal,
el primer papá,
el te quiero mamá,
una indecisa caricia,
un roce de pieles,
un beso de mieles,
una nube de algodón
que nos haga
sentir la segunda
juventud.


Has nacido
y no estamos contigo,
hija,
pero nuestras manos
te mecen cada indefensa noche.

De un soplo
te enviamos un beso
ahora que has nacido,
te susurramos
duérmete mi niña.

¿Cinco, seis,
ocho o diez?
No sé contar ni quiero...
Y sigues sola.

Esta noche narraremos
un cuento a tus ojos,
para que ambos cuelguen de la noche
estrellada,
y te meza suavemente,
ea, ea, ea,
como una brisa vespertina de verano,
para que veas,

para que ames nuestro sol.
Susurraremos un beso
para que proteja
tu piel
de enfermedades
y te insuflen de esperanza...
ea, ea, ea...
Un mundo de ensueño
te aguarda,
aunque no lo creas.
Un cuento soñado,
¿sabes?
En el que tú, tú,
eres la protagonista,
te espera.
Ven, te acurrucamos
en nuestros deseos,
y un hermano
que sostiene en el aire
tu cuerpo de niña.

Sonríenos,
ya estás cerca,
en la orillita...
ya casi te tocamos.
La varita mágica
de la llama

de nuestros corazones
ya la tenemos.
Sólo nos resta
ponernos de acuerdo
para hacerla
brillar...
para que dé alas a tu felicidad
y la llene de un mundo
de magia de colores
cuando mires al cielo,
princesa.

Plantaremos un árbol
en nuestro jardín de la alegría,
un árbol de sensaciones,
de olores,
de colores,

de flores acompañado,
en la alfombra verde
de nuestro amor de magia.
Ya sólo faltas tú.

En un jardín oriental,
la rosa
suspira camino de nuestros sueños.

Míng tian jiân
Yuè Jì.