La vida sigue, es inevitable, tropieza, cae y se levanta, tropieza, cae y se levanta, y así el eco de nuestros días fluye cual riachuelo en su libre recorrido por zonas escarpadas y terreno abrupto, abriéndose camino como puede, armándose de paciencia, liberándose a cada paso y exhalando e insuflándose nuevos bríos, para afrontar las nuevas sensaciones que nos esperan tras las cortinas de un nuevo día.
1 comentario:
Gracias por estar siempre cuando te necesito,gracias por quererme tanto , gracias por animarme a seguir luchando y gracias por escribirme ese poesia que nunca voy a olvidar.TE QUIERO MUCHO.
Publicar un comentario