Y el Levante ha puesto fin a mis vacaciones.
Hoy ha amanecido casi oculto el día, como si se avergonzara de que fuera el último de este caluroso verano.
Sí, ya sé, aún quedan días para que oficialmente se acabe… pero, una vez que finaliza el mes de agosto… como que no. Todavía habrá días que podamos ir a la playa… pero ya no será lo mismo. Nuestros amigos del calor se habrán evaporado y sólo quedaremos disfrutando de los últimos días en la arena los de siempre.
El final del verano… como decía la canción del Dúo Dinámico, nos hará más cercanos al otoño. Ya me preguntaba hace unos días mi hija que qué estación seguía al verano, como si también ella presintiera la desgracia.
El Levante está llevándose toda señal de nuestra estación, pero, aún continuaremos luchando hasta el último resquicio, hasta la última señal de calor.
Y como para corroborarlo, hoy he acabado el libro que estaba leyendo y, como siempre que termino una novela que me gusta, se me queda un vacío interno. Sus personajes me han acompañado durante muchos días, han formado parte de mis sentimientos, de mis ideas, de mi vida… ¿y ahora qué? Todos han muerto en mi corazón… todo perece al final del verano.