"Un hombre debe vivir mientras que la vida vale la pena. Si no, no."
"Ni siquiera ahora, a las puertas de la muerte, era capaz de creer en Dios con la fe resuelta con que creían su madre, su padre o sus hermanos. Qué suerte tenían aquellos para quienes la existencia del Ser Supremo no había sido nunca un problema, sino una certeza gracias a la cual el mundo se les ordenaba y todo encontraba su explicación y razón de ser. Quienes creían de ese modo alcanzarían sin duda una resignación ante la muerte que nunca conocerían los que, como él, habían vivido jugando a las escondidas con Dios."
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