CUADERNO DE MAYA

Acabo de terminar de leer el último libro de mi admirada Isabel Allende.

Como dice ella misma sobre la protagonista: "Esta Maya me ha hecho sufrir más que ningún otro de mis personajes. En algunas escenas le habría dado unas cachetadas para hacerla entrar en razón, y en otras la habría envuelto en un apretado abrazo`para protegerla del mundo y de su propio corazón atolondrado". Y reconozco que a mí, muchas veces, también me entraban ganas. Y, por ello, en ocasiones, deshumanizadamente, la dejaba de lado y cerraba el libro... pero, al poco tiempo, regresaba a su lectura con ánimos de protegerla, no podía dejarla abandonada.

En hindi, maya significa "hechizo, ilusión, sueño". Toda la historia de Maya Vidal es vivida en un sueño, hechizada por la droga, por ese ambiente sórdido y corrupto que la envolvió desde muy joven, pero, al mismo tiempo, es vivida con la ilusión por vivir, de vivir, sobre todo, a partir de la llegada al "paraíso" de Chiloé, adonde arriba huyendo de ese hechizo y donde al fin "Soy libre" (así termina el penúltimo capítulo).

Hasta llegar a ser libre, Maya recorre un largo, penoso y lento calvario hasta conseguir conocerse a sí misma a través de la introspección... "La intimidad requiere tiempo para madurar, una historia común, lágrimas derramadas, obstáculos superados, fotografías en un álbum, es una planta de crecimiento lento"... "La persona que soy es el resultado de mis vivencias anteriores, incluso de los errores drásticos".

Y mientras, esa droga la hace cometer todo tipo de actos indecentes... "Sin decencia, uno se desarma, se pierde la humanidad, el alma"... hasta perder la identidad por completo... "Al cabo de unos meses viviendo en la calle, uno acaba definitivamente marginado, porque se adquiere traza de indigente, se pierde la identidad y la red social".

Y, sin embargo, en todo momento se vislumbra la ilusión por vivir, porque, "la vida es difícil y quejarse la empeora".

Desde el otro mundo, su abuelo Popo le repetía una y otra vez "Prométeme que siempre te vas a querer como te quiero yo". ¿Quién debe, quién puede quererse más que uno mismo?... Nadie.

Yo soy la persona que puedo quererme más...´conociéndome... SIENDO...

"Tratando de valer, te olvidas de ser" (Alejandro Jodorowsky, "Piedras del camino")

Luchamos a diario por hacernos valer ante los demás en nuestra ajetreada vida... mas, debemos SER... SIENDO.

Tienes que ser siempre tú.