dices que piensas en mí,
que tengas fe en ti,
que das todo a cambio de nada,
que me puedes dar todo,
pero… no me convences.
Aún.
Veo que la gente
te cuestiona cada vez más,
y que siempre sales airosa
de todos tus problemas.
Y callas, y te ausentas,
y te dejas querer con facilidad.
¿Y qué das?
Siento envidia
de quienes pueden quererte
y están todo el día junto a ti.
Ellos dicen que les eres fiel,
pero yo no te creo…
Aún.
Mamá te quiso,
mamá te abrazaba,
pero no puedo tenerte
entre mis brazos…
Aún.
Quiero cruzar el puente
con la bondad como estandarte.
A veces me susurras al oído.
y me dejo atraer
por tu extroversión.
Pero compruebo que todo es…
apariencia.
Tus trajes de exposición
me seducen,
cuando te luces en la pasarela
y me guiñas un ojo
cuando paso a tu lado.
Pero no, no confío en ti…
Aún.
Tu melena dorada
muestras a los cuatro vientos,
con tu perfume al aire…
flores e incienso…
No, no te quiero,
aunque lo intentes,
no caeré
en tus brazos.
No me seducirás.
Deja que viva mi vida.
Deja que encuentre
los suspiros de la vida,
entre las callejuelas
de mi barrio, de la gente,
déjame que escriba
al tiempo y a la naturaleza.
Deja que Dios siga su curso.
Su camino no es el mío.
Aún.
No me atormentes,
no sufras por mí,
seguiré errando para ti,
vagabundeando,
pordioseando, para ti,
condenándome, para ti,
sediento de vida,
amando mi vida…
sin la tuya.
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