Cuando me
lleguen los mares
y me cubran
las olas,
yo seré
esencia de su sal,
alma de
océano profundo,
aroma de sol
ajado
en la
lejanía de su sombra,
sin calidez
perpetua.
Tomaré el
fruto de las vides,
escanciaré
el olivar,
trascenderé
las verdes ramas,
y el
agnóstico mar,
del amor a
la vida…
Campo, mar,
fuerza;
fuerza,
fuerza vital.
Alma, alma
de mar.
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