Llégame el
silencio
oculto entre
mis manos,
prendidas en
los bolsillos
del abrigo
callado.
No pienso
en nada,
las llagas
del tiempo
me corroen e
hieren
en un sillón
callado.
Mirada gacha
y bufanda seca
cubre mis
labios del amor.
Ya no
encuentro más líneas
en el suelo
callado.
Pienso,
luego inexisto
y a mis pies
insisto
en la
quietud torpe
del reloj
callado.
Frío en mi
tos,
enjuto mi
cabello,
gris
silencioso
del dios
callado.
Corazón
prieto, amalgamado
se retiene
en la desdicha
de la mañana
a la noche
de mi voz,
callado.
Callado,
callado, de mi voz, callado,
corazón
amalgamado,
tras el
abrigo deshecho, sin voz.
2 comentarios:
Y el dolor, quedó agazapado en cada verso. Callado, sin llanto que dé sentido al abandono del ser humano que un día nació en algun lugar del mundo.
En algún del mundo, en algún lugar. Y deshecho ahora, en algún lugar, en algún lugar.
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