lunes, 8 de octubre de 2018

BESÁNDOME LOS DEDOS


Besándome los dedos,
lentamente, despacio,
uno a uno en resurgir,
cultivando cosquillas
de ósculas caricias,
de níveos encantos,
arrullados y aclamados
por tu espumosa sonrisa,
por tu delicada fragancia
que latentemente en mi sino
absorbo entre perfumes salinos…

Y me rindes pleitesía,
me clamas sin aspavientos,
arrodillándote ante mí,
yo dejándome hipnotizar,
yo dejándome ser,
tú, sumisa ardiente…

Ah, suave verdor,
suave frescor que me alivia,
suave fragancia,
besos de sal,
besos de mar,
ay, mar, mar, la mar…

Sobre la arena yo,
tú verdeando mis contornos
sorbiendo mis dedos,
besándome,
besándome,
ay, mar, mar, la mar.

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