Aquí, desde el vasto mar,
me asomé entre las hojas,
hojas secas del olivar.
Admiré una ciudad de cuento
que poco a poco se deshoja
por perder su sustento.
¡Ay lagarto de la Malena!
Sobre el Arco de San Lorenzo
y en la judería llora su pena.
Jaén tronco del olivar,
Jaén, de castillo a reino,
Jaén dulce aroma picual.
Jaén, llanto del olivar.
Jaén date un baño,
renaciendo en la catedral.
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