En la jornada 105 de la Tertulia Puerta Abierta a la Imaginación, del pasado 31 de mayo, recité este poema que escribí para la ocasión sobre el tema propuesto: La introspección.
Es mi
mirada hacia ti
la
que me hace fuerte.
Y esa
fuerza debe permanecer en mí
indeleble
mil años y un lustro,
para
amarte y respetarte
todos
los días de mi vida.
Esa
mirada hacia ti
a
veces me produce monstruos
y
pensamientos impuros.
Pero
toda la pureza
me resurge
a dios en lo natural,
me
resurge hombre en lo esencial,
ente
en lo global.
Esa
mirada hacia ti
toma
todo cuanto tengo
y
creo para tu ser.
Ambiciona
la vida para amarla,
recrea
mi tenue sonrisa,
mi
carcajada y buen humor,
mi venerada
felicidad.
Esa
mirada hacia ti
me hace
tremendamente feliz.
Por
ser tú quien eres,
por
haberme dado todo
en
esta vida desde mi nacimiento,
por
tu total entrega,
siempre
he confiado en ti.
Esa
mirada hacia ti, de amor,
hoy,
ahora, sin ambages,
pretende
ser un homenaje
para
esa íntegra persona, yo.
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