sábado, 18 de diciembre de 2010

CONTAMINACIÓN VISUAL

Que no, que no me gusta, que no me acostumbro, que no.

Que no me agrada mirar al horizonte, para descubrir y admirar el paisaje y ver las vacas pastando y ovejas ralentizando el día, y una cerca desmotivadora, enmarcadas, junto a una torreta de alta tensión y un cervantino y agigantado campo eólico.

Despojado de todo su encanto y verdor, un cielo anaranjado y violeta, un peñasco, un sendero tembloroso, un inquieto arroyo, un olivar en escorzo… deambulo, me pierdo entre los enseres de la naturaleza, de aquel solícito paisaje.

E insisto. Que no.

Enormes vaivenes del aire que estremecen a las aves de paso y una luz intermitente declarando la inocencia que han importunado. Como diciendo desafiante, aquí estoy, atrévete conmigo. Y no, nadie osa, nadie puede con ellos… numerosos gigantes del paisaje ya de por sí deteriorado por carreteras, cercas y torres eiffeles (mi hija así las bautizó un buen día tras conocer la torre parisina).

El ser humano siempre va dejando su huella tras de sí, por todos los lugares que pasa… pero… ¿también era necesario destrozar los campos para instalar estos espantosos, deformes y vergonzosos cíclopes?

¡Oh, brutal Polifemo que reta con tus brazos mi amor por Acis y su rebaño, detén tus amenazas!

Añoro al nemoroso paisaje de mi infancia, por siempre.






















































2 comentarios:

Mon dijo...

¡Que no, que a mí tampoco me gusta! Pero te voy a contar un truco que nos funcionó a Juanjo y a mí para sobrellevarlo a ritmo de poesía. Te bajas la canción "Denia" de Manu Chao y, cuando pases con el coche o vayas caminando cerca de los gigantes blancos de viento, la pones, verás como bailan a su ritmo. No los hace desaparecer pero ayuda a sobrellevarlos. Besazo y felices fiestas a ti y a tus ojitos de luna. Nos veremos en el Puerto el 29. Estaré. MON

Paco Velázquez dijo...

Lo intentaré, Mon.
Lo dicho, nos vemos el 29.