Había una vez una rosa muy bella, se sentía una maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín.
Sin embargo un día se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y observó que al lado de ella había un sapo negro, grande y gordo.
Al percatarse que por eso nadie se acercaba a ella le dijo muy molesta: -sapo por que no te alejás de mi, no ves que por tu culpa nadie se acerca a mi?, es que eres muy feo!!. El sapo le contesto: -esta bien si eso es lo que quieres me iré. Muy obediente el sapo se alejó brincando de la rosa.
Poco tiempo después el sapo se paseaba por el jardín cuando se dió cuenta que la rosa estaba toda marchita y con muy pocos pétalos en ella y le dijo: -hijo de rosa ahora si que te encuentras marchita que te pasó?.
La rosa le contestó: -es que desde que te fuiste las hormigaas me han comido día y noche, no volveré a ser la más bella del jardín. El sapo le dijo: -pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la mas bella del jardín.
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos o que simplemente no nos sirven para nada. En este mundo nadie está sobrado, todos tenemos algo que aprender de los demás o algo que enseñar.
A veces hay personas que nos hacen un bien del cual ni siquiera estamos conscientes.
2 comentarios:
Esta fábula/cuento la vemos a menudo - por desgracia - en todos los estratos de la sociedad . En este caso - la rosa - obtuvo una verdadera lección de humildad por parte del sapo.
Qué bonito, Paco.. y qué real.MON
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