domingo, 19 de octubre de 2014

DESIERTO INDEMNE DEL DESAMOR


Se secaron las margaritas

del jarrón

en este día de otoño

manipulado

y nublado.

 

Se quebraron las luces

del mediodía.

Un portazo desdichado,

un manotazo en la mesa,

un empujón herido

y la sequedad de unos labios

apaciguando la soledad,

servida en un solo de saxo.

 

Olvidando el olvido en un cajón

viejo y fuera de su guía,

mientras un aullido

detiene los dedos

prestos para devolver el anillo

al río del soldadito plomado.

 

Un anillo estrepitado

contra el adoquinado

duro y terrible,

desierto indemne

del desamor.

 

Ya no regresa a la primavera

de su mirada.

Extiende la sombra

sobre la hierba seca

y herrumbrosa

de una tarde de melancolía

en pulcro y oscuro

silencio.
 
 

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