Tomando las manos del tiempo
se creó una historia en ti,
un día de sol
un mundo al viento.
De compañera fiel
tu nombre llamó a la amistad
y al amor para vibrar la vida
en el regazo del amanecer.
Y las nubes abrazaron
un nido de algodón
en un recodo del sol
para acoger al día naciente.
Sonríe, ay niñito de luz,
sonríe y mece a tu madre,
quietecito en los brazos de Ruth.
1 comentario:
No se si no tendré que mandarte una caja de klenex.
Un abrazo desde El Bierzo.
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