El aire
fresco se prende en mi cara,
reconfortando
de besos mis mejillas,
haciéndome
partícipe de la primavera.
Los aromas a
azahar me atrapan,
seducen mi
olfato recreándose
en cada
miligramo de polen,
en cada
centímetro de pétalo,
en cada
conjetura de color…
Y dejé de
buscar El Dorado
¡Oh,
primavera transgresora
que en ti se
alía para acompañarme!
¡Oh, bello
goce de luz y color
que en mis
pupilas se acomodan!
¡Oh, cántico
enamorado aligerando el día,
de música y
cándida sabiduría!
Y de repente
surge una flor,
y su
misterio perpetra el infinito.
Y de repente
explota el color,
el olor me
corteja expedito.
Y yo
adquiero los mimbres de un nuevo día.
Y yo asumo
que voy a vivir
apacentando
las luces del sol,
mis
divertidas miradas y su calor
que logran
mis pies caminar
y mis
serenos ojos sentir…
¡Oh, sentir,
sentir, sentir!
Sentir para
vivir.
Sentir para
tener.
Sentir para
elegir.
Sentir para
ser.
Y las almas
de la naturaleza
suenan en el
rocío inquieto,
en la brisa
que, delicada, te presume,
y el agua se
hace dios
en todo su
verdor.
Y ya nada
lastima al arroyo
que se
debate entre vagabundear
y tomar la
tranquilidad del estanque.
Todo agua,
forcejeando las piedras,
asomándose
al vacío del recodo,
recibiendo
el beso eterno de las hojas,
acristalándose
en sinfonía libre,
límpidamente,
sola,
absorbiendo
la vida para dar vida.
¡Oh, sentir,
sentir, sentir!
¡Qué
regocijo del alma sentir!
Sentir para
vivir.
Sentir para
tener.
Sentir para
elegir.
Sentir para
ser.
Y revolotear
las luces del amanecer
perpetrando
el sol dorado,
hasta yacer
en sus entrañas.
Que ya puede
enamorarme,
que ya puede
crear fragancias.
Me asomo a
su escondrijo
que
torpemente lanza luciérnagas
al silencio
de su orilla,
bailando
reductos incontenidos,
ondea, me
fascina, me seduce,
y la eterna primavera
luce
en el
escenario, con su música…
¡La vida
para dar vida!
¡Sentir para ser!
2 comentarios:
Ser, para sentir el amor a la vida en primavera que renace, aún a pesar de cerrar la puerta en confinamiento insólito que hizo parar el reloj.
La incomprensión de la Humanidad. Gracias, amor, te quiero.
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