El pasado sábado 20 de noviembre participé con el grupo OLIVERSANDO en las Jornadas Jahencianas en defensa del cementerio de San Eufrasio: La muerte silenciada. Con tal motivo creé este poema a raíz de unas fotos que hice allí en el transcurso de una visita.
CRUCES
Cruces de hierro revientan
entre el verdor amargo del calvario
y la sequedad del cementerio ausente,
sin nombre, sin principio ni fin.
Revientan la árida tierra,
clavadas con orgullo y paciencia,
muertos olvidados de esperanza
entre los óxidos del tiempo
agrietados.
Cruces del olvido en la maleza
que registran las piedras agrias
del mundo enclaustrado y perdido.
deshecho entre abrojos
entre matorrales dormidos.
Cruces muertas y oxidadas
dejando su huella indeleble
en la memoria desconocida.
Cruces, algunas cruces sin nombre
entre la sequedad del cementerio.
sin tiempo, sin nombre, sin huella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario