En la última jornada de la TERTULIA PUERTA ABIERTA A LA IMAGINACIÓN, dedicada a la FE, leí este poema que escribí para la ocasión.
A veces me
canso de mí
en la
soledad iniciada de golpe,
como un
mazazo hercúleo
sobre mi
espalda cansada,
sobre mis
pisadas congeladas,
sobre la
desidia de los tiempos…
A veces me
canso de mí
y no estoy
solo,
mas no
encuentro a nadie a mi lado,
nadie que
resista los embates del infortunio,
nadie que me
acompañe
en mi
ascenso cuesta arriba.
Pero la
escarcha de su sonrisa
movió la
enorme montaña
ante mi atenta
mirada.
Destrocé las
abruptas sendas enemigas,
deshice las
piedras del camino
y he vuelto
a creer.
Tomé toda la
esperanza
de la tierra viva de mi ser,
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