martes, 2 de julio de 2024

LA TARDE SE VISTE DE ESPIGAS

El pasado viernes, en la jornada 106 de la Tertulia Puerta Abierta a la Imaginación, dedicada a los sentimientos, leí este poema mío. La foto es de la poeta Larisa.


La tarde se viste de espigas

cimbreadas por la calidez de tu regazo,

y yo tumbado en tus henos

reduzco mi corazón a amapola,

que descubra el alma del campo.

Libando seductoras cadencias

se ejercitan los puros sentimientos,

como me ennoblece el viento,

dispuestos para que ninguno enmudezca

y me hagan sentir hombre o mujer.

 

En este atardecer todo transcurre límpido,

tan inocuo, tan blanco, tan lígrimo,

que los corazones se vierten visibles

en la invisibilidad del mundo…

Sentimientos a flor de miel

entre los admirados girasoles del día,

cuando nuestros cuerpos visten el campo

de fluidos de paz y armonía en amor,

y las almas también discurren

en torno a nosotros como un bosque

en el que todo tiene su sitio,

en el que todo tiene sentido.

 

Porque tienen ser en nosotros,

para apaciguar y engendrar frutos.

Porque tienen agua, manantial de lluvia,

de luz y sabiduría en su esplendor.


Porque tienen alma en su calma,

y me arrastro  a tu regazo,

mientras la tarde se viste de espigas

y mi corazón de amapola se cimbrea

ennoblecido por el viento,

por la calidez de tus henos,


en puro y placentero sentimiento.



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