Me
acostumbro a quererte,
a tocar tus
labios con mis ojos,
a palpar tus
ojos con mi frente
y robar
guiños a la madrugada.
A angelizar
los minutos soñados
y divinizar
tu risa amanecida.
A crear
magias nocturnas,
a tomar un
baño de tu esencia.
Me
acostumbro a no acostumbrarme a ti,
para que
todos los momentos sean fiestas
y los
instantes vividos junto a ti
lluvia fresca
rezumada en mí,
una caricia
cíclica de regoce,
un roce de
piel atravesada,
una ilusión
sempiterna y reciente,
una multitud
sin gente,
una
voluptuosidad de placeres,
una
simbiosis de mañanas y ayeres,
un salto al
vacío culminado,
una escalada
a dios encumbrado,
un arcoíris de
dilatada sensualidad,
un
sentimiento abierto sin atar,
un paseo que
nadie nos detiene
desde los
pies hasta las sienes.
Me
acostumbro a quererte
y percibir
los olores del rayo,
a oírte
versar poemas de amor
y acabarlos en final de película.
1 comentario:
Me acostumbro, sin acomodarme, para que la monotonía no sea quien nos acompañe en la vida.
Quererte es juego de azar, sonrisa asegurada, piedras en camino para de la mano ser saltadas...
Cada día, más y mejor, no cabe duda y si no "cabe" la dejamos en casa...
Te quiero vida
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