Tu mirada está exenta de amor,
sin embargo
te miro hasta cuando no tienes ilusión
y carece de todo
calor.
Tu mirada
parece viva,
pero tienes
legañas lacrimosas
y ojeras por
todo el cuerpo,
mas puedo
sostener la mía ante la tuya.
Tu mirada no
penetra en el mundo,
aunque yo la
abro a ti para comunicarme.
Y si es
necesario lucharé por tu mirada.
Ella, tu
mirada, la de ayer, la de hoy
transmite
las dudas del universo,
sin embargo,
es tu disyuntiva mi certeza.
Y mi
certidumbre vence a tus indecisiones,
porque
quiero ofrecerte cercanía.
Tu mirada a
veces es lúgubre
y yo abro
mis diáfanos párpados
para que te
penetre la luz del día,
e ilumine
las inhóspitas cuevas de tus ojos.
Tu mirada
eternamente finaliza
mas la mía principia
la existencia,
para que
vayan juntas de la mano,
y unidas
sean un mismo alma,
sean un
broche a la vida,
sean un amor
de optimismo,
sean un
universo de aventuras y dichas,
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