El 6 de mayo de 1987, Fernando, Quiñones, me dedicó este libro en su primera edición.
Sur, su sur, el sur de todos los sureños, sur de Europa, sur de España, sur... todo sur. Y en nuestro sur, el Levante, nuestro eterno viento, que nos acompaña este fin de semana en nuestro Cádiz. Y de nuestro sur... nuestro Caleta, su Caleta, mi Caleta.
De este libro, una descripción de nuestra Caleta:
"Aquella tarde se lo dijo.
Fresco el viento, tranquilo, y Joaquín despacio, con el hombre, por el gastado camino del arrecife, de la Puerta Vieja de La Caleta al faro de San Sebastián.
La marea medio abofeteaba las rocas desgranadamente, y en la luz de las cuatro, plateando en las distancias, se oía batir bajo los pequeños y espaciados puentes del camino del faro, que sólo ellos estaban recorriendo.
Al fondo de La Caleta, a sus espaldas, se curvaba como una herradura el blanco balneario fin de siglo, y ante sus ojos, lejano e inaccesible tras las almenas del viejo fuerte militar, el faro metálico se levantaba al sol igual que una estilográfica flamante, disonando en la antigüedad del paisaje, del agua alegre y los roquedales negruzcos..."
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