A todos y cada uno de mis amigos y amigas que me han seguido y leído durante este año, les deseo de todo corazón unas felices fiestas y un hermoso año.
Y deciros que me tendréis aquí durante el próximo año, y espero contar con vuestra Lectura.
Besos y abrazos.
Cierra los ojos. Cierra los ojos de luna. Imagina la primavera brotando del centro, del centro de tus ojos. Hacia el cielo irisado...
martes, 30 de diciembre de 2014
domingo, 14 de diciembre de 2014
RECITALES EN SIERRA MORENA Y CÁDIZ
Los pasados 6 y 7 de diciembre estuvimos Lola Fontecha y yo participando en el encuentro de Poetas de Sierra Morena, en Baños de la Encina. Fueron unas jornadas maravillosas, en las que compartimos versos y más versos con otros poetas venidos incluso de Cataluña.
Leímos en diferentes lugares a la intemperie durante todo el día, a pesar del frío nocturno. También recitamos en el Hogar del Pensionista, donde fuimos espléndidamente acogidos.
También hemos participado en el recital que hubo en el Ateneo de Cádiz con motivo de la Navidad, en el que tanto Lola como yo leímos sendos poemas sobre la otra Navidad, de la que no se suele hablar. Compartimos la noche con otros poetas de Cádiz, como Ramón Luque, Feliciano Gil, Rosario Sánchez, Blanca Flores...
Aquí está los poemas de Lola Fontecha y mío:
EN UN LUGAR LLAMADO MUNDO
Lola Fontecha
En
un lugar llamado mundo
las
luces de colores,
no
eran miradas,
por
miedo a que alguien las apagara.
En
un lugar llamado mundo,
la
música hacía años
que no sonaba,
porque
el silencio convertido en termitas
se
hizo acopio de las casas.
En
un lugar llamado mundo,
la
mesa quedaba puesta,
mientras
el pan duro era roído
sin dientes,
ante
la imposibilidad de hacer la digestión.
En
un lugar llamado mundo,
la
luz del sol era dispuesta en cartillas de racionamiento.
En
un lugar llamado mundo,
la
felicidad se guardaba en un cajón
con siete llaves,
por
miedo a ser embargada por los bancos.
En
un lugar llamado mundo,
el
frio abrazaba los cuerpos desnudos,
de
niños que echaban de
menos a sus padres.
En
un lugar llamado mundo,
las
lágrimas eran bebidas a
tragos,
ante
la falta de lluvia que hiciera crecer el trigo.
En
un lugar llamado mundo,
la
tristeza
era
primer apellido de sus habitantes.
En
un lugar llamado mundo,
la
dama de la justicia
se
prostituía en besos de balanza
extorsionada.
En
un lugar llamado mundo
se
asomó a ventana abierta
el
poeta desterrado del verso
en
tierra de nadie,
indigente
de inspiración
sin
palabras,
sin
poesía.
En
un lugar llamado mundo,
el
pintor desahuciado de su paleta
veló el color,
rompió pinceles ante ojos que no miraban.
En
un lugar llamado mundo
avisté al trovador
extirpado
de cuerdas vocales,
mudo,
sin
voz.
En
un lugar llamado mundo
lloré al músico
sin director de orquesta.
Oídos cerrados tras la puerta
al
compas del tres por cuatro,
un
saxofón huérfano de madre
moría de tristeza
en
rincón olvidado y
disonante.
Y
desperté azotada,
ojos
cristalizados en pena,
pecho
encogido,
sin
aliento.
En
un lugar llamado mundo,
sin
fronteras,
sin
esperas,
sin
colores por bandera...
Dicen,
que
ha nacido un niño.
TUMBADO
Paco Velázquez
Tumbada la voz y el silencio
en la alfombra de esparto y soledad,
y la insolencia de la incomprensión
en la oscuridad,
Tumbado y sin luz, pobre y quebrado,
tu espíritu en desánimo.
A veces te veo arrugado
en la cama nocturna en ocre,
en tonos fríos, entre la gente
perdida en el horizonte, indigente.
En un punto perdido de la calle
del frío mármol en opulento banco,
tendido y pretendido por la desidia,
un hueco abierto en el tiempo,
un cartón frío y rígido,
perdido el miedo a estar solo,
perdida la vergüenza, la cabeza
gacha;
perdida la esperanza de echar a
volar.
La herrumbre de las monedas oxidan tu
gesto
y el tiempo que te exuda
entre los poros malolientes
de la gente, la indiferencia
que transita sin conciencia
su sonrisa idiotizada y ruda
.
Tu rostro yermo de gestos,
sin perder la dignidad.
Un líquido negruzco
restringe la garganta y las venas.
Camina sobre un prado
cubierto de lilas
que la religión quedó atrás
muerta en una cruz regalada,
entre gotas de agua imbendita.
Y en los cielos, estrellas
inalcanzadas,
entre unas botas recubiertas
de mentiras y promesas prietas.
Mirada inquisidora, ausente,
desvariada.
Que ya nadie pregunta
por ti y tú preguntas a todos,
a todo el que de mente perdida
permite pasear sin dudas,
sin el recuerdo errante de cualquier
recodo.
viernes, 12 de diciembre de 2014
ENCUENTRO POETAS DE SIERRA MORENA
El pasado fin de semana disfrutamos de la poesía en Baños de la Encina, en el Encuentro Poetas de Sierra Morena, organizado principalmente por Nana Schmid y Mercedes Dueñas, a quienes agradecemos su trabajo.
Estuvimos leyendo por diferentes lugares del pueblo, la ermita, la iglesia, el molino, el hogar del pensionista, el instituto, el castillo...
El entorno es maravilloso y el día superó todas las previsiones. Leímos poemas de amor y poemas protesta, que hicieron la delicia de todos los presentes. Hasta leímos en las puertas de la oficina de turismo.
Finalmente, nos entregaron un lote de libros y recuerdos.
miércoles, 26 de noviembre de 2014
¡MENTIRA!
Mi ilusa mirada no
rehúyas,
ni mis manos
inquisidoras,
estáticas, pidiéndote
más ayuda.
Miénteme si quieres con
tu faz delatora,
miénteme si te
entusiasma mentirme a deshora.
y niégame con tu
aterciopelada voz.
Retuérceme el blando
corazón,
golpéame la garganta
grieta,
redúceme la mente
prieta…
Y vete, vete,
aléjate, lejos de mi fin,
y no me hagas mentir.
Dibujo de Jap Peralta
miércoles, 29 de octubre de 2014
EN LOS BRAZOS DE RUTH
Tomando las manos del tiempo
se creó una historia en ti,
un día de sol
un mundo al viento.
De compañera fiel
tu nombre llamó a la amistad
y al amor para vibrar la vida
en el regazo del amanecer.
Y las nubes abrazaron
un nido de algodón
en un recodo del sol
para acoger al día naciente.
Sonríe, ay niñito de luz,
sonríe y mece a tu madre,
quietecito en los brazos de Ruth.
domingo, 19 de octubre de 2014
DESIERTO INDEMNE DEL DESAMOR
Se secaron
las margaritas
del jarrón
en este día
de otoño
manipulado
y nublado.
Se quebraron
las luces
del
mediodía.
Un portazo
desdichado,
un manotazo
en la mesa,
un empujón
herido
y la
sequedad de unos labios
apaciguando
la soledad,
servida en
un solo de saxo.
Olvidando el
olvido en un cajón
viejo y
fuera de su guía,
mientras un
aullido
detiene los
dedos
prestos para
devolver el anillo
al río del
soldadito plomado.
Un anillo
estrepitado
contra el
adoquinado
duro y terrible,
desierto
indemne
del desamor.
Ya no
regresa a la primavera
de su
mirada.
Extiende la
sombra
sobre la
hierba seca
y
herrumbrosa
de una tarde
de melancolía
en pulcro y
oscuro
silencio.
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