sábado, 19 de febrero de 2011

ME ARREPIENTO

¡Al fin lo tengo en mis manos!
Negro, tan suave... lo observo detenidamente, lo examino por todos lados y por todas las aristas, exhaustivamente...
¿Para qué será esto?
¿Para qué sirve esto otro? Voy a probar. Permanece impasible.
¿Y esto?
Nada.
Aquí un agujero, bueno otro pequeño al lado. A ver, a ver ahora. Vibra. ¡Uy, qué gracioso!
Ya están, ya están aquí las lucecitas (me recuerda a la película encuentros en la tercera fase), tan atractivas... y una musiquita...
Toco la pantalla... ¡De todo! Lo miro absorto. ¿Por dónde empiezo...? ¡Tantas teclas! ¡Tantas funciones! ¿Habrá alguien en el mundo que las utilice todas?
Cojo el librito de instrucciones. ¡Odio los libros de instrucciones! Miro el índice. Lo remiro. Agenda, ajustes... Aquí está: reloj.
Cambio la fecha y el calendario.
Ya puedo, ya sé escribir un mensaje.
¿Cómo se hace una llamada? Parece que aquí.
Canto una pequeña batalla, que no la guerra.
¡Tengo un móvil nuevo! ¡Táctil! ¡Al fin lo tengo en las manos!
¡Qué desgracia! ¿Me arrepiento de haber cambiado! ¡Qué lindas e ingeniosas letras!
¡Qué feliz era cuando no tenía móvil! ¿Cómo éramos antes sin tener estos artilugios? ¿No había citas, negocios, encuentros...?


jueves, 17 de febrero de 2011

PIEL DE MAR


Piel de mar,
sol de arena
que embriaga mis sentidos

debilitados por la lejanía.

Olor... oler...

sobre
mis tersas y pálidas mejillas
un atardecer... el atardecer...

cierro los ojos sin sentido...

una brisa futura,

un reverdecer d
e mil nubes...
inspiro, asumo, deleito,

lentamente...

sin perecer el mar sube

un grito y un estremecer...

huellas,

huellas del tiempo...

sobre la arena,

bajo los brazos,

me deshago en la nada...

calidez de or
o
en una imagen anaranjada,

en un brillo de su oleaje

imperecedero.

Recostado en la balaustrada,

cárcel de amor abigarrada...

orilla y lu
na,
luna sedienta,

grácil... suspiro,

inspiro el aliento moribundo,

sorbo, sorbos de paz.

Y una junto a otra las proas

me ignoran incólumes

en sus requiebros de plata caleta.

Y las llama, las llamo,

las lamento por alca
nzarlas,
por tenerlas,

y hambriento perfumo el mar,

las tengo unidas en el tiempo

y en la distancia,

las vivo, resucito.

Amilanado, templo,

acariciando

saludas de noche,

en su tra
nscurso...
devenir iódico,

vaivén de mi alma

en un vaivén de olas,

incompleta,

imperecedera...

domingo, 13 de febrero de 2011

DIVAGACIÓN NOCTURNA

El alma rompe

el abrupto ronquido

seco

de mi sueño

solitario.

Tangible

lívida noche

en que muero.

sábado, 12 de febrero de 2011

NUEVO NÚMERO DE LA REVISTA PLÉYADE

Ha salido el número 22 de la revista PLÉYADE, coordinada por nuestro amigo indocente Ramón Luque Sánchez y Mª Jesús Rodríguez Barberá.
Ramón incluye algunos escritos suyos como "La isla de la libertad", "Reflexiones en torno al bicentenario isleño" y "Lección de historia".
También participan los indocentes Blanca Flores Cueto con "Almáciga de olvidos" y Paco Velázquez Barroso, con su poema "Hacia la vieja casa".

Desde aquí darle la enhorabuena a la tertulia Pléyade que apuesta firme por la palabra, que, como dice Ramón Luque... "La palabra es una parte de la vida del hombre". Enhorabuena a sus componentes que día a día toman la palabra para hacerla vivir.

sábado, 5 de febrero de 2011

DOS CANCIONES PARA MAMÁ

Ayer me levanté temprano, como siempre, bueno, como siempre en día lectivo. Eran las seis y media de la mañana, empecé torpemente a pedalear con mi bicicleta estática y encendí la radio... Instintivamente me asomé al balcón. Estaba oscuro afuera, en la calle todo era madrugada, madrugada cerrada de luz de luna.

La luz trémula de la luna menguante iluminó plácidamente mis párpados..., volví a pedalear y sonó, era la canción, nuestra canción mamá. Todo estaba preparado para ti... y para mí, para deleitarnos con nuestra canción. Compartimos esta canción de Alameda.

Sí, sonó en la radio "Aires de la alameda". Y recordé de niño cuando me llevabas de la mano a nuestra alameda, aquellas tardes en las que disfrutábamos de nuestros momentos admirando sus jardines y el mar, nuestro idílico mar salino.

http://www.youtube.com/watch?v=m6ckZT6CFwo



Pude escuchar atentamente su letra...


"La luna se levanta tiento a tiento,
suenan sones, palmas y quejas.
Un manto de cristal al firmamento,
¡ay suspirros que la noche deja!

Soledades, rezos y gemíos
campanillas, trinos, la pena;
soleá ebria de poderío,
aromas de jazmín y azucena.

Quejío...
Son las aires de la alameda,
hay un lucero escondío,
amaneceres surcan las estrellas.

Quejío....
Alboreá dentellada de seda.
No niego que te he querío,
¡ay, alameda, ay, alameda!

La luna clara se tiñe de negro,
de repente se hizo un silencio.
Súplicas, temblores y requiebros,
¡ay! susurros cercos de incienso.

Soledades, rezos y gemíos,
campanillas, trinos la pena
soleá ebria da poderío
aromas de jazmín y azucena.

Y seguidamente, la canción de Queen. La canción con la que lloré tras tu muerte, mamá: "Rapsodia bohemia":

http://www.youtube.com/watch?v=uoXhQeR5Y9c&feature=related

Dos canciones para ti, mamá. Dos canciones en tu recuerdo.