sábado, 31 de diciembre de 2011

A POR UN HERMOSO Y MÁGICO AÑO 2012

Ya siento los pasos por el estrecho pasillo, ya los escucho irse. Me ha acompañado todo un año y se va para no volver.
Esta noche, muchos de nosotros y de nosotras empezaremos un año nuevo lleno de buenos deseos. Nos abrazaremos, nos besaremos, brindaremos... Pero muchos otros y otras muchas no podrán, por diferentes motivos festejar este año que se nos escapa entre los dedos como el agua clara de nuestros grifos, que hemos abierto día tras día, hora tras hora, entre los minutos y segundos.
E iremos dando la bienvenida al año 2012, que comenzará a caminar poquito a poco, con sus pasitos titubeantes, de niño mimado. Lo iremos amando despacito, muy despacito, le iremos aportando nuestras cositas, nuestras sonrisas, nuestras tristezas, nuestras circunstancias y experiencias, para hacer balance al final, cuando ya esté crecidito y sea un año maduro. Entonces, cuando llegue la hora de rendirle cuentas, espero que lo cojamos en volandas, lo zarandeeemos y él extienda en nuestras manos todas nuestras alegrías, nuestros momentos felices, los coloque ordenadamente en la mesa, quedando arrinconados, casi sin espacio siquiera, nuestros malos momentos. Feliz año 2012 o, si no puede ser completamente feliz, que tengamos muchos momentos felices. Que sea hermoso y mágico.

lunes, 26 de diciembre de 2011

ACURRUCADITO EN TI

Toma mis manos agrietadas

y apriétalas al cielo de Navidad.
Dame tus manos,
guíame,
que quiero hacer contigo
roscos y pestiños,
que quiero volver a ser niño…
Mamá, papá…
en un solo corazón.
Mamá, dame la pandereta
y vamos a tocar entre las estrellas,
que la luna nos sonría
y nos ayude a sentir.
Bésame, bésame,
mamá, mamá,
quiero soñar entre tu pecho,
jugar, vivir, acurrucadito en ti,
calentar mi corazón
en los amaneceres plácidos.
Mírame, cógeme,
llámame a la escondida.
Mírame, siénteme,
abrázame,
apriétame,
rodéame con tus besos,
te quiero, te quiero, ¡te quiero!
¡Que vamos a montar el portal!
Y en el árbol, ay, ayúdame,
ayúdame a poner la estrella,
que no alcanzo…
junto a ti, contigo.
Y ayúdame a subir
entre las bolas frágiles y plateadas.
Ven, ven,
vamos, vamos a reflejarnos en ellas,
en el brillo de la Navidad,
vamos a jugar con papá.
Mamá, escúchame,
vuelve, regrésame,
quiero ver la cabalgata de los Reyes
de nuevo contigo,
y que nos tiren caramelos,

y que golpeen nuestros rostros de felicidad.
Quiero sentir contigo,
pasear entre las calles iluminadas
de tu mano, con mis manos.
Dime que me quieres,
y apriétame en un banco al atardecer,
a la luz de la noche,
y recógeme este corazón rendido a ti.
Bésame entre los pétalos abiertos del día,
que juntos tenemos que mostrar las margaritas
al alba inquieta.
Llévame de ilusión,
que quiero volar,
amar, sentir…
¡madre, madre!
Quiero pasear de tus manos,
saltar
y subirme a cualquier poyete,
que tú me sujetes,
y esconderme en cualquier recodo,
para asustarte,
quiero que me abras al mundo,
que me llenes de poesía,
que me llames y me abraces,
y que tus cálidas mejillas
me den su calor, todo su color,
que templen mi corazón,
mis ojos, mi vida.
¡Vuelve, vuelve!
Te quiero, mamá,
cuídame,
yo contigo, te quiero.

sábado, 24 de diciembre de 2011

LO DICHO, FELIZ NAVIDAD

Desde mi Cádiz quiero desearos un año 2012 muy especial. Y lo dicho, Feliz Navidad.
Aunque no nos toque la lotería ni nada, pues bueno, que estemos muy bien, que estemos sanos, que no tengamos muchos achaques, y si los tenemos, que sean leves, muy poquita cosa.
Que disfrutemos con lo que hacemos, seguro que sí.
Y que queramos y nos quieran.
Con eso, nos conformamos.
Ah, bueno, y que nos llegue el sueldo, bueno, mejor, que tengamos trabajo.
Que la poesía nos siga visitando de vez en cuando.
¡Y que vivamos!
Con muchos momentos felices.
Gracias, muchas gracias por visitar este blog y leerme.
Y que lo sigas haciendo el próximo año, y muchísimos más, y que tanto tú como yo, lo sigamos viendo.

Un beso.

lunes, 19 de diciembre de 2011

TARDE-NOCHE DE ENSUEÑO EN CÁDIZ

Y la cita era a las cinco de la tarde, en el colegio Santa Teresa de Cádiz. Se trataba de una experiencia nueva. Gracias a la editorial Ultramarina Cartonera, Charo Troncoso, Ramón Luque, Emy Luna, Rosario Sánchez Cubelo, Mari Carmen Raigón, Jorge Garrido, Virtudes Reza y Paco Velázquez, editamos una recopilación de nuestros escritos, que encuadernamos con cartón que reciclamos y decoramos como quisimos, personalizando nuestros libros.
Tras unas intensas cuatro horas, pudimos ver los resultados... y quedamos maravillados.
Después, nos dirigimos al Café Teatro El Vagamundos donde nos unimos al sensacional cantante cubano Alejo Martínez.
Fue una nueva noche de magia, de poesía en el cielo nocturno de Cádiz.
















domingo, 18 de diciembre de 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

EL ARTE DE SER FELIZ (V)

"Después de producirse un hecho feliz y largamente esperado, no nos sentimos, en conjunto, mucho más a gusto y cómodos que antes. Sólo el instante en que se produce dicho cambio nos conmueve de manera inusitadamente fuerte, sea en forma de un profundo lamento o en la de una exclamación de júbilo. Mas ambos desaparecen pronto, porque se basan en un engaño. No surgen a partir del dolor o del placer inmediatos y actuales, sino debido al anuncio de un futuro nuevo que se anticipa a ellos. Sólo por el hecho de que el dolor o la alegría hacen un préstamo al futuro, es posible que sean tan inusualmente grandes y, por tanto, no duraderos (...)
Aunque el grado de nuestra alegría o tristeza no es siempre el mismo, según esta concepción no lo atribuiremos al cambio de circunstancias externas, sino al estado interior, al estado físico (...)
Que el sufrimiento es esencial a la vida, de modo que no fluye hacia nosotros desde fuera, sino que cada uno lleva la fuente inagotable del mismo en su propio interior (...)
Nos movemos incansablemente de un deseo a otro y, aunque ninguna satisfacción alcanzada, por mucho que prometía, nos acaba de contentar, sino generalmente pronto se presenta como error vergonzoso... corremos detrás de deseos siempre nuevos...
Lucrecio, De rerum natura, III, 1095.
(...) El sufrimiento es esencial a esta existencia misma y que la verdadera satisfacción es imposible.La consecuencia de esta última forma de desarrollo es un estado de ánimo algo melancólico, que significa soportar constantemente un gran dolor único y el desprecio resultante de todos los pequeños sufrimientos o alegrías; por lo cual, se trata de un fenómeno algo más digno que la constante persecución de ilusiones siempre nuevas, que es mucho más vulgar."

viernes, 9 de diciembre de 2011

COMO AGUA PARA CHOCOLATE

Acabo de terminar “Como agua para chocolate” (1989), de la mexicana Laura Esquivel, novela llena de amor, sensibilidad y profundas emociones.

Las normas de la familia de Tita la hija menor indicaban que la última hija debía dedicar su vida en atender a su madre, debía entregarse completamente al servicio familiar y olvidar el amor, aunque tuviera que sacrificarse y dejar de lado su amor de la niñez. Toda la novela gira en torno a este hecho, a esa frustración y la lucha permanente de la protagonista, que se rebela ante esta injusta tradición.

Todo es resuelto con suma sensibilidad y con los toques de realismo mágico, que tan maestramente maneja García Márquez. Asimismo, todo el relato utiliza la gastronomía mexicana como nexo de unión y metáfora de los sentimientos de los personajes; así las cebollas serán el motivo de lágrimas, las perdices negras de fe, los pétalos de rosa despertarán pasiones incontrolables.

Por otro lado, las emociones demasiado intensas consiguen abrir un portal frente a las personas. Por ello, lo que mató a Pedro, su amor, fue el abrir los seis sentidos a la vez.

Me gustaría destacar un fragmento que resume muy bien la teoría de los cerillos como fuente de emociones, de los sentimientos, del amor.

“Si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso, el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior una agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.

Si eso llega a pasar, el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas, tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.

Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo.

Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillos húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio.

Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe, producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando el cuerpo inerte… “

miércoles, 7 de diciembre de 2011

AMOR EN LAS NUBES

Ayer, ayer hice el amor
a las nubes de nuestro amanecer,
trazando infinitas espirales,
acariciando mil estrellas,
alimentando cien lunas…
Y me asomaron los versos
al mirar al sol susurrante.
Mas soñé que caminaba
en el oasis de tus besos,
y hallé tus manos…
¡ah, tus manos!
que hablaban a mis pechos,
recreando cosquillas a su quietud
humildemente callada.


Soñé que te amaba
y que me perdía en tu mirada
de luz naciente,
en tu voz sin eco y sin sombra.
Amé que te amaba,
que te sostenía en la primavera
de nuestros abrazos,
de nuevo en la locura de los versos.
Y era primera, y era segunda.
Era, regresando al oasis.
Nuestras manos tenían sed,
toda la sed de las almas errantes,
nuestros labios buscaban camino,
nuestras voces hablaban uno.
Cruzamos nuestro encuentro
de callada sonrisa…
Susurros, música, luz,
trashumancia de reencuentros.


Ayer hice el amor a las nubes…
y estabas tú,
serena y alma…
al alba…
Añoranzas a la callada,
como gotas de lluvia tras el cristal
de tu mirada,
en parpadeos sin miedo,
ilusionando al viento
besos de cristal,
besos tras el cristal.

martes, 6 de diciembre de 2011

ANTOLOGÍA DE POETAS ANDALUCES

"Empecé a recopilar datos para esta web de poetas andaluces a primeros del año 2011, con el único interés de reunir en un mismo espacio a todos los poetas nacidos en Andalucía o que han escrito gran parte de su obra en nuestra tierra..." 

Así escribe el poeta Fernando Sabido su "Declaración de intenciones"  http://fernando-sabido-andalucia.blogspot.com/

Y en el número 1058 se incluye mi biografía y algunos de mis poemas...

sábado, 3 de diciembre de 2011

BAUTIZO INDOCENTE DE RODRIGO EN BORNOS por Jorge Garrido

" Me desperté justo a tiempo de ver a Mamá con un biberón brillante en la mano, que sabe que no me gusta y le dije que prefería tomar mejor pecho, solo que me equivoqué y empecé a llorar. Allí había muchos lombres y mamaítas pegadas en la pared en ventanitas, y muchas luces y otros lombres y mujeres mirando hacia el biberón brillante. Me di cuenta entonces de estar en brazos de papá y de la música que sonaba para dormirme de nuevo, pero ya estaba hartito de carro y empecé a observar aquello, que era mu guay.
Entonces recordé que me habían llevado a Bonno, pero me quedé dormido en el coche y no había visto nada de ese pueblo. Creía que estaba en mi casa, por eso me asusté tanto hasta que me fijé en Mamá con el biberón brillante.

El biberón no era para mí, porque luego lo cogió un lombre que había junto a ella y que resulta que se llama tito Jolge, que se lo pasó a una Mamá también guapa: Malicanme. O estaba frío o mu malo, porque tampoco se lo tomó y se lo dejó a un lombre con mucho brillo y poco pelo en la azotea que se llama Paco. Son gente mu rarita porque decían luego Mon en vez de Mamá. Y mi Mamá se llama _y es_ Mamá...

Creo que hablaban de poesía, pero yo lo que quería es ver Bonno: para eso habíamos viajado. La gente estaba contenta y yo también, pero Papá no me dejaba aplaudir...
Cuando encendieron más luces bebieron leche amarilla con espumita, pero yo lo que quería es ver Bonno. En el carrito no vi mucho, y era de noche. Me llevaron a un bar donde por fin me puse bien de lo que más me gusta y escuché algo de forrajes y lagartos, de mecheros y bolis, pero me dormí. No sé lo que me pasa últimamente, que me duermo sin darme cuenta. En el coche me desperté y había estrellitas, pero el ruidito del motor es como una nana.

He aprendido antes a escribir. Cuando sepa hablar le diré a Papá y a Mamá que manejo el ordenador por tele... creo que se dice telepatía.

Rodriguito (con 3 meses y mu poquito)"

viernes, 2 de diciembre de 2011

LECTURAS INDOCENTES EN BORNOS

El jueves día 1 de diciembre nos encontramos Mon Gómez, Mª Carmen Raigón, Jorge Garrido y Paco Velázquez en Bornos. El lugar no podía ser más apropiado: El Café Teatro. Desde un primer momento fuimos atendidos estupendamente por nuestro amigo Jorge, el bornicho.
 Y encontramos nuestro huequito en el local. Confotrable, acogedor, poético y cinematográfico. Y nos sentimos como actores del séptimo arte cuando, de repente, un foco se dirige hacia nosotros. Y como tales actores, no veíamos al auditorio. Pero vislumbramos nuestra imagen en una pantalla... Nos sentimos artistas. Y sonó la la música, clásica. Parecía que la música estaba especialmente preparada para cada poema que se fue deshaciendo en los minutos que acompañaron nuestra intervención. Y allí estuvo también, haciéndose notar, nuestro indocentito Rodrigo, por momentos, muy atento a cuanto se desgranaba allí. Pero al fin, el hambre le pudo y ya nos avisaba.
Fueron minutos de complicidad entre nosotros (hasta no faltó ni la poisentia flor de Navidad), fue una noche mágica de nuevo, de mágica indocencia.
Y luego, nuestro amigo Jorge nos invitó a una cena en ese bar de los cristales... con ese forraje y los lagartitos, que estaban riquísimos. Y regresamos con el buen sabor de boca en nuestros corazones, con muchas ganas de volver a recitar, de volver a encontrarnos de nuevo en otro indocente momento.