jueves, 18 de abril de 2013

HE VUELTO


He guardado mis viejas ropas

y he sacado a pasear

mis mejores vestidos primaverales

y me he echado a la calle

con mis mejores andares.

 

Mi mejor sonrisa,

he vuelto a caminar

por las angostas calles

con la alegría en la boca.

Con un solo de saxo

tomé mis bártulos

y el placer que me provoca

me zarandeó el alma.

 

He vuelto a escuchar

mis mejores canciones,

y mis ansias ávidas

de nuevas ilusiones.

 

He visto mares diferentes

de naves con velas blancas,

sorprendiendo ilusionantes miradas.

 

He vuelto a mirar

las estrellas fugaces

y he hecho las paces

con el romero y la jara,

por calmar la sed

de ríos y amaneceres.

 

He vuelto a mis quehaceres diarios,

a recorrer largos caminos

por entre los olivos.

He vuelto a gozar el néctar

de vinagretas y crujientes verdades,

y necesitar luz en la oscuridad.

 

Enciéndeme la luz

en la nocturnidad del azul.

He vuelto a regalar al día flores y besos,

mariposas y versos.

 

Porque he vuelto

a sentir sentires,

a rimar poemas,

a esperar reíres,

a tararear canciones,

a saborear zumos de alegría,

canciones recordadas al despertar,

a abrir candados y cerrojos oxidados.

 

Y a mirar tus ojos

y a olvidar el café

sobre la mesa.

A quedarme con la boca abierta,

a abrir de nuevo las puertas.

Para amarte

y hacer del atardecer

lo más grande para tus ojos mimados.

sábado, 6 de abril de 2013

RUGIDO PERPETUO

Porque la mirada impía
se meció en mis ojos
esta tarde de exabruptos,
acallando soles,
enhebrando desesperanzas…,
torceré mi gesto a la tormenta
y gritaré hasta romper
el ruido ronco (restregado)
en un rugido perpetuo.

PARA SER, TÚ


Para mujer..., tú,
irrefrenablemente,
nemorosa al mar,
escarbando aguas
a orillas de labios,
sin adversativos,
encauzando ríos de carcajadas.

Para primaverar..., tu voz,
fértil de besos,
de versos, mujer
arrimando coplas.

Para amar..., tú,
locurándome,
participando miradas
de rimadas caricias.

Para sexuar..., tú.
Esencias libadas,
alboradamente,
a pinceladas acoloradas.

Para sentidos..., tú.
Y sentires paseados,
apasionados cócteles
de atardeceres alazanes albos.

Para remar..., tú.
Silbar la vida
entre almonedas
en plata servidas.

Para poemar los hados..., tú.
Y halar las gotas de vida,
regando miríadas de estrellas
en requieros serenos.

Para perpetuar el verdor..., tú,
desalando pasiones,
destando alturas.
Y gloriar cimas ansiadas.

Para ser..., tú.
Ser, siendo.
Ser, teniendo.
Ser total.
Ser, ser..., ser.

EL OTOÑO SE REVOLCÓ EN TI

El otoño se revolcó en ti
cuando la mirada atenta
resolvió hallar el espejo a su paso.
El encuentro con él no puso fin
a sus manos grietas,
desgastadas y quietas.

Ya no luces tus años
ante sonrisas efebas.
Ya no turba tus sueños
la desesperanza de un despertador.

Ya no bebes de su juventud
a manos llenas de operaciones,
ortografía e ilusiones.

Grito de mujer y admiración,
requieres el amanecer templado,
abrazar las horas moribundas
con la ilusión infantil
de un día de Reyes.

Ya abandonas el polvo blanco
de tus manos ásperas,
que te sigue esperando
el espejo de las almas senectas,
entre los olvidos acallados
y la risa en la bruma.

Inacabado mundo
persigues trémula la tarde,
que la noche te requiere
almacenando canas,
apaciguando lamentos,
para hallar la orilla oscura
de la voz perdida,
inanimada en el tiempo.

GRAN NOCHE EN EL 9º POESOHAIL

El pasado 29 de marzo, en un marco espléndido, el Namasté de Fuengirola, tuvo lugar el recital poético 9º POESOHAIL. Fue una noche especial, mágica, acompañado de los grandes poetas Lola Fontecha, Carlos Ipiéns, Vanina Arriola, Beatriz Russo y Elena Domínguez Alonso.