sábado, 15 de junio de 2013

EL CIRCO DE LA PALABRA

Crónica de la poeta MON GÓMEZ, organizadora.

"Había poniente. Fresquito. Nos acompañó durante la caída de la noche en el patio jardín que, amablemente, nos ceden Nati y Cristóbal de la librería "La luna nueva" de Jerez para crear y comunicar cada año antes de que la primavera acabe.

Eran las ocho y cincuenta y éramos unos cuantos. Muchos creando y comunicando, bastantes escuchando. Al final supe que éramos muchos más porque la atención fue real y la unión la que pretendíamos. El público se divirtió y sintió. O eso fue lo que nos han trasladado.

Comenzó "El circo de la palabra".


 
Posteatro irrumpió entre el público, eran una tradicional familia que iba al circo: el padre malhumorado (Juanjo Juliá), la madre conciliadora ( Pili Viaña) y el hijo pesado, pesadísimo, con un tambor en mano (Gabriel Campuzano). Ellos fueron vertebrando este especial recital sobre el circo y lo que de circo hay en nosotros. Nos hicieron reír con sus monólogos y ajustaron el hijo conductor entre un y otro poema. Sin ellos no hubiese crecido este circo de la palabra.

Después seguimos, algo a trompicones en los primeros minutos, hasta que se fueron calentando motores y empezó a rodar el circo con suma facilidad.
 
Ramón Luque, sacó su león y como buena Fiera de las palabras nos mostró con saña la responsabilidad inherente al acto de hablar, la necesidad de ser impecables desde la voz, a través de las consecuencias de lo contrario, lamentables, dolorosas, las que todos sufrimos y participamos de ellas. Su dramatización me gustó mucho, si cabe más aún, porque sé que los indocentes no son teatreros y verlos tan ataviados, entregados y sintiendo su personaje,  me inundó de inevitable ternura y alegría.

"(...)

Vuestra inocencia

no me da calma,

vuestro futuro

mi gula sacia.

Yo soy la fiera

mirad mis garras

no son de acero

son de palabras.

 

Pueden rasgar la ternura

el rostro de la inocencia,

pueden provocar dolor

y desnudar a la pena.

 

Cuando estéis más confiados

puedo lanzar una insidia,

y ya no seréis vosotros,

del odio seréis la víctima.

 

También os puedo quitar

la calma con un insulto,

y sólo seréis fracaso

ante los ojos del mundo.

(...)"

Ramón Luque
 
Después Lola Fontecha y Paco Velázquez, dos de las almas de este proyecto por la ilusión y participación activa en su desarrollo, nos hicieron entrar en el alambre vestidos de equilibristas para saltar al vacío en su relación y aún así sostenerse en un movimiento final de tocar tierra.

"De puntillas sobre el alambre

con los brazos abiertos buscando el sol,

nuestros ojos permanecen cerrados

sin ver final ni comienzo,

teniendo muy claro en nuestro interior

que lo excitante está,

en los minutos que perdura el trayecto.

 

Red de nubes tersas

con la esperanza tendida

aguardando la ocasión,

del error que nos lleve hasta ella,

para llenarnos de besos teñidos de color.

(...)"

 Lola Fontecha y Paco Velázquez

 
La mujer barbuda encarnada magistralmente por el gran amigo Jorge Garrido de Bornos ( talla 70 de chaqueta de mujer) nos fascinó con su atuendo y su interpretación del no haberse sentido querida, del llevar siempre el sino de la frustración amorosa, del temor a que se aprovechasen de ella y del no encontrar más salida a su libertad que acabar con su vida. Emocionante. Gracias.
 
"(...)

Se agotaron los vientos de inútil esperanza,

se perdieron los rumores de mi felicidad,

se han cerrado las puertas de mi alma.

El circo ya es historia, mi pecho ya no luce

y las canas me pesan bajo el tinte sacrílego.

Pero no se secará mi cuerpo ante risotadas

ni carcomida de alcohol mi voluntad.

No pienso a nadie darle pena,

no estoy en un laberinto sin salida.

Sé cuál es el camino de mi libertad."

Jorge Garrido

Mon, esta vez, se cubrió de lentejuelas doradas para crear una trapecista singular, acompañada magistralmente de Marco a la guitarra española y de Pablo y Olga,  sus dos pequeños amigos vestidos de blanco, que se columpiaban en el jardín. Marco, a ritmo de soleás, soleás por bulerías y bulerías, cambiante como el poema, consiguió sintonizar con el espíritu de la declamación perfectamente. Y en ese momento de armonía  surgieron entre los versos las emociones que me empujaron a escribirlo: el deseo de no ser de la materia, el deseo de ser puro éter, lo inevitable de aferrarse a ella, la inercia... el saber que no pertenecemos ni nos pertenece nada, y en ese desamparo, el amor absoluto, la unidad, tú y yo siendo lo mismo, el nada es nuestro porque somos todo. Gracias infinitas Marco y todos los que allí estabais por dejarme compartir.Os supe yo, me supe vosotros, durante estos minutos. Ojalá algo de ese inmenso amor final os haya llegado.

"(...)

nada es mío  no quiero emociones verbos pensamientos                             BULERÍAS SORDAS

no estoy aquí muerta mediovida encenizada No quiero

 
Estoy radiante,  voy en volandas,

todo corazón aéreo, libertad vibrante

silencio,

 

soy tú Mírame   soy tú y nosotros,

soy lo que nunca seré y siempre fui,

soy  el gozo, soy sol ,

soy danza que te baila, soy milagro,

soy la compasión:

¿te ciego de amor?

 

No temas, no he muerto

 

Tus ojos abiertos dan fe de mi eterno balanceo."

Mon 

El domador de palabras, la misma fiera, Ramón Luque, felizmente ataviado (¿de dónde sacáis estos disfraces tan maravillosos, oye?) nos dio la otra cara de la moneda de la palabra: la palabra poética, el lirismo que tantas veces deseamos rescatar de la vida para compartir con vosotros. Ese lirismo que me niego a creer que esté en crisis, o que sean malos tiempos para él. Tan necesario. Solo hace falta buscar la manera, el momento, y nos llega, inevitable. Tan inevitable como que somos él y él forma parte de nuestra humanidad.

 
"También puedo hacer con versos

toda una revolución,

basta oponer libertad

a futuro y opresión.

 

Si alguien me acerca una estrella

sin pudor la domaré

y veréis que la transformo

en el jardín del edén."

Ramón Luque

 
Finalmente, de nuevo Paco y Lola (Virtudes y María tuvieron un problema de última hora, y no pudieron venir), cerraron con todo un despliegue de disfraces, estrellitas, etc., como los payasos de toda la vida que no pueden faltar en el circo donde tampoco faltó desde el maquillaje hasta el apaño del pantalón de Lola que se rompió a media función.

"Que con el blanco hago mi cuerpo y mi rostro,

con el arco iris visto mi albura,
con carmín pinto miles de sonrisas,
reflejadas fluidamente en ti.
Con el amarillo ilumino el día,
tras nariz roja y cara pintada

de mil colores sin pudor,
con manga ancha que no ensancha
y un enorme pantalón,
sacado de un baúl lleno de ilusión…
Tapa abierta, ¡al cielo las estrellas!

se quedaron allí metidas en la última función."

Paco, Lola, Virtu y  María 

 

Todos unidos  junto con el público cantamos para terminar " Había una vez un circo" y nos tomamos una copita a la salud de la vida, comentamos y compartimos hasta que, tras barrer y recoger comunitariamente, tocó cambiar el cuerpo de sitio y hay quien se fue a casa, y quien siguió la fiesta. 

Ramón se fue corriendo por motivos personales, Juanjo para trabajar que tenía turno de noche y llegaba tarde, y Paco, Lola, Jorge y familia y yo terminamos de tertulia donde empezó todo esto: en el bar de enfrente de mi casa. Recordando, comentando lo que nos había parecido y sintiendo esta unión, esta grandeza de corazón, debo decirlo, que nos lleva a seguir aquí , de aquí para allá, pero siempre en torno a la palabra poética, al compartir, al sentir, al dejarse sentir, al ser, al desnudarse tan fácil y tan difícil, delante y detrás del escenario. Amigos, gracias, una gran noche. Así lo sentimos todos al despedirnos. 

 

Gracias a Indocencias, Posteatro, La luna nueva, Viñi, Marco, Pablo y Olga, La Fundación Caballero Bonald y, gracias infinitas, a cada uno de vosotros y vosotras que vinisteis a compartirnos y a compartiros: Álvaro, Lu y Antonio, Mer y Encarna, Charo y David desde Vejer, Avelino, Begoña, Blanca, Juan Carlos del I.E.S. Seritium, gracias a Paco y Nora, gracias Mari Carmen, gracias Gema, gracias a los que ya vinisteis el año pasado, gracias a todos y todas, porque aunque no recuerdo los nombres me quedan las caras en este recuerdo de vida.

A todos los que por un motivo u otro no estabais, sabéis que aunque no físicamente siempre nos acompañáis."

MON

 
 
 
 

3 comentarios:

Lola Fontecha dijo...

Disfruté muchísimo, gracias indocentes por vuestra indecencia al incluirme entre vosotros... miles de besos, estrellitas incluidas.

Mon dijo...

Besines a todos... repetible e irrepetible ;)

sem dijo...

Chulísimo. Saludos,