domingo, 14 de diciembre de 2014

RECITALES EN SIERRA MORENA Y CÁDIZ

Los pasados 6 y 7 de diciembre estuvimos Lola Fontecha y yo participando en el encuentro de Poetas de Sierra Morena, en Baños de la Encina. Fueron unas jornadas maravillosas, en las que compartimos versos y más versos con otros poetas venidos incluso de Cataluña.
 
Leímos en diferentes lugares a la intemperie durante todo el día, a pesar del frío nocturno. También recitamos en el Hogar del Pensionista, donde fuimos espléndidamente acogidos.
 
 


 
 
También hemos participado en el recital que hubo en el Ateneo de Cádiz con motivo de la Navidad, en el que tanto Lola como yo leímos sendos poemas sobre la otra Navidad, de la que no se suele hablar. Compartimos la noche con otros poetas de Cádiz, como Ramón Luque, Feliciano Gil, Rosario Sánchez, Blanca Flores...
 

 
 
Aquí está los poemas de Lola Fontecha y mío:
 
 
EN UN LUGAR LLAMADO MUNDO
 
                                                 Lola Fontecha
 
 
En un lugar llamado mundo
las luces de colores,
no eran miradas,
por miedo a que alguien las apagara.
 
En un lugar llamado mundo,
la música hacía años que no sonaba,
porque el silencio convertido en termitas
se hizo acopio de las casas.
 
En un lugar llamado mundo,
la mesa quedaba puesta,
mientras el pan duro era roído sin dientes,
ante la imposibilidad de hacer la digestión.
 
En un lugar llamado mundo,
la luz del sol era dispuesta en cartillas de racionamiento.
 
En un lugar llamado mundo,
la felicidad se guardaba en un cajón con siete llaves,
por miedo a ser embargada por los bancos.
 
En un lugar llamado mundo,
el frio abrazaba los cuerpos desnudos,
de niños que echaban de menos a sus padres.
 
En un lugar llamado mundo,
las lágrimas eran bebidas a tragos,
ante la falta de lluvia que hiciera crecer el trigo.
 
En un lugar llamado mundo,
la tristeza
era primer apellido de sus habitantes.
 
En un lugar llamado mundo,
la dama de la justicia
se prostituía en besos de balanza extorsionada.
 
En un lugar llamado mundo
se asomó a ventana abierta
el poeta desterrado del verso
en tierra de nadie,
indigente de inspiración
sin palabras,
sin poesía.
 
En un lugar llamado mundo,
el pintor desahuciado de su paleta
veló el color,
rompió pinceles ante ojos que no miraban.
 
En un lugar llamado mundo
avisté al trovador
extirpado de cuerdas vocales,
mudo,
sin voz.
 
En un lugar llamado mundo
lloré al músico sin director de orquesta.
Oídos cerrados tras la puerta
al compas del tres por cuatro,
un saxofón huérfano de madre
moría de tristeza
en rincón olvidado y disonante.
 
Y desperté azotada,
ojos cristalizados en pena,
pecho encogido,
sin aliento.
 
En un lugar llamado mundo,
sin fronteras,
sin esperas,
sin colores por bandera...
Dicen,
que ha nacido un niño.
 
 
TUMBADO
                                   Paco Velázquez
 
 
Tumbada la voz y el silencio
en la alfombra de esparto y soledad,
y la insolencia de la incomprensión en la oscuridad,
 
Tumbado y sin luz, pobre y quebrado,
tu espíritu en desánimo.
A veces te veo arrugado
en la cama nocturna en ocre,
en tonos fríos, entre la gente
perdida en el horizonte, indigente.
 
En un punto perdido de la calle
del frío mármol en opulento banco,
tendido y pretendido por la desidia,
un hueco abierto en el tiempo,
un cartón frío y rígido,
perdido el miedo a estar solo,
perdida la vergüenza, la cabeza gacha;
perdida la esperanza de echar a volar.
 
La herrumbre de las monedas oxidan tu gesto
y el tiempo que te exuda
entre los poros malolientes
de la gente, la indiferencia
que transita sin conciencia
su sonrisa idiotizada y ruda
.
Tu rostro yermo de gestos,
sin perder la dignidad.
Un líquido negruzco
restringe la garganta y las venas.
Camina sobre un prado
cubierto de lilas
que la religión quedó atrás
muerta en una cruz regalada,
entre gotas de agua imbendita.
Y en los cielos, estrellas inalcanzadas,
entre unas botas recubiertas
de mentiras y promesas prietas.
 
Mirada inquisidora, ausente, desvariada.
Que ya nadie pregunta
por ti y tú preguntas a todos,
a todo el que de mente perdida
permite pasear sin dudas,
sin el recuerdo errante de cualquier recodo.

2 comentarios:

Paco Lainez dijo...

La verdad clara y contundente en dos duros y claros poemas, sin subterfugios,.

Me gustaron aunque aún, a mis años me duelen eos versos en el alma.

Recibid un fuerte abrazo, desde este bruno y gélido Bierzo.

Lola Fontecha dijo...

La poesía ha sabido darme vida.