lunes, 30 de enero de 2017

DUDANDO

Dudé un instante en decirlo,
la noche había sido larga e incómoda,
los hados recorrieron mis sueños
y no cesaron de traerme recuerdos,
acumulándose como una tómbola
y como un tiovivo rondó mi pasado.

Dudé y la duda me corroía,
la quemazón sólo tenía un dueño.
Vacilé en el umbral de la vida,
dudando de todo lo inacabado,
incluso de la verdad y la ciencia.

Y dudé, dudé hasta extraviar la conciencia,
observé con sumisa extrañeza

que las canas habían acudido con presteza.


2 comentarios:

Lola Fontecha dijo...

Y dudando la vida fue manchando con su duda la historia.

Paco Velázquez dijo...

Gracias, mi Lola, sin lugar a duda.