martes, 7 de mayo de 2019

RUTA POÉTICA PIEL DE ATÚN


El pasado viernes, dentro del FESTIVAL PIEL DE ATÚN, la TERTULIA PUERTA ABIERTA A LA IMAGINACIÓN junto con POETAS DE AHORA realizamos una ruta marino-poética por La Caleta, en la que recitamos poemas en defensa del mar y en contra de la contaminación, por diferentes rincones de la playa, desde el castillo de Santa Catalina.





Recité un poema en la orilla y otro junto al busto dedicado a Paco Alba:


BESÁNDOME LOS DEDOS
                                               
Besándome los dedos,
lentamente, despacio,
uno a uno en resurgir,
cultivando cosquillas
de ósculas caricias,
de níveos encantos,
arrullados y aclamados
por tu espumosa sonrisa,
por tu delicada fragancia
que latentemente en mi sino
absorbo entre perfumes salinos…

Y me rindes pleitesía,
me clamas sin aspavientos,
arrodillándote ante mí,
yo dejándome hipnotizar,
yo dejándome ser,
tú, sumisa ardiente…

Ah, suave verdor,
suave frescor que me alivia,
suave fragancia,
besos de sal,
besos de mar,
ay, mar, mar, la mar…

Sobre la arena yo,
tú verdeando mis contornos
sorbiendo mis dedos,
besándome,
besándome,
ay, mar, mar, la mar.



PIEL DE ATÚN

Piel de atún.
Piel de mar.
Luna de azahar,
espuma de tu boca
resurgiendo vida en mil mares,
los gloriosos avatares
que te hacen divinidad.

Piel de atún.
Piel de mar.
De arena y amor a sal
me regalas longevidad.
Ir y venir de nieves,
mi sustento, mi aire, mi hogar
Te acercas, vas y vienes.

Piel de atún
Piel de mar
mi fiel alimento.
Las olas sortean
el vuelo de las gaviotas
mientras el faro desangra luz.
Mar de vida.
Olas de azahar,
de arena y amor a sal.

Por su parte, Lola leyó un texto de Quiñones y un poema suyo:


He pintado de azul la existencia,
tu mirada palpita en mis versos
y la luz del sol vomitaba vida a su paso.

Auné esfuerzos en locura incierta.
Hoy tu voz no existe,
hoy la amalgama que te cubre
se hizo eco del espanto.

Hoy tu existencia se abisma
en futuro incierto.

Mueren océanos envueltos en celofán.

Tus alas quebradas
hacen nudo a la objetividad
borrando referencia del deber cumplido.

El mar no existe,
el negro tragó infinito mis esencias.

Han pasado página a tu nombre
y las montañas pisaron destino.

Te miro, y ya no pintas de azul mis sueños,
la ignominia simpatizó con el absurdo
borrando principios,
convirtiéndolos en finales no escritos.
Anochece de nuevo,
los grises se hacen acopio de mis ojos,
ya nada te devolverá la vida,
ella aborreció palabrería escita en papel mojado,
trajeada del interés creado en tu muerte anunciada.

Las cuerdas de la voz,
estrangularon pensamientos nobles
cuando llamó a la puerta la desidia.

Ya no quisiste vomitar más plástico,
lo dejaste dentro en el momento preciso,
aquel en el que estalló el invento de soledad inquieta.

La hiena se mantenía al acecho,
en puesta de sol ácida de lamento.

Esa mañana en el periódico podía leerse:
Ya no hay peligro,
no sigas protegiendo tus mares y océanos,
ellos se apearon del presenta abortado
entre lágrimas de cocodrilo.

Ya no quedan páginas en el libro.
Descanse en paz, la naturaleza no te meterá en el cajón del olvido…
















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