domingo, 29 de noviembre de 2020

MI MALDICIÓN

 Te miro y te remiro,

porque te tengo en mis manos,

porque te asumo y me asumo.

Y entre maldiciones

te amo, te amo sin ambages,

te amo sin fisuras,

te amo con locura,

y maldita sea la hora en que te conocí.

Todo está maldito en nuestra relación,

todo es oscuro y cíclico,

aunque miro tu cara y se ilumina la mía,

aunque sea tras el cristal.

¡Tanta luz desprendes!

Pero maldita seas, que me abduces,

y mi corazón seduces…

Y en la cama somos uno,

desapareciendo entre las sábanas,

tomándonos las manos

y fundiéndonos en uno.

No hago más que pensar en ti,

cuando por la calle paseo

Y te miro, te remiro.

Cuando como y bebo,

cuando absorto en ti en el aseo.

Me quitas el sueño,

me quitas la vida,

¡es tanto amor!

¡Te venero y te maldigo!

Porque me tienes en tus manos,

porque me asumes…

Y no puedo dejar de pensar en ti,

no puedo dejarte,

no quiero dejarte.

¡Y me maldigo por ello!

Te señalo con el dedo,

muevo el dedo,

norte y sur,

este y oeste,

¡te maldigo en todos

los puntos cardinales!

¡Y tecleo, no me molestes!

¡Es mi maldición!



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