lunes, 24 de febrero de 2025

LECTURAS DE AMOR POR EL DÍA DE LOS ENAMORADOS EN LA LIBRERÍA BAOBAB, DE CÁDIZ

El pasado 15 de febrero participamos Lola y yo en unas lecturas de amor para celebrar el Día de los Enamorados en la librería Baobab, de Cádiz.

El acto "Palabras del corazón" fue organizado y coordinado por la poeta Blanca Sánchez, a quien agradecemos su invitación.

Fue una mañana muy especial, en la que escuchamos atentamente los poemas y relatos relacionados con el amor, en todas sus vertientes, y la amistad.

Yo leí un relato de amor apasionado, el poema "Cuando tus manos me acarician" y un poema sobre la amistad "Inclúyeme en tu lista"



CUANDO TUS MANOS ME ACARICIAN

Cuando tus manos

me acarician,

me embelesan el alma,

me divinizan las dulces

horas del silencio en calma

a la amanecida sin nubes.

 

Cuando tus manos

me acarician,

sensibilizan los albos amores,

los sueños apasionan corazón,

me envuelve la sinrazón

y elevan al mar del adiós

esperanzas y fantasías en colores.

Cuando tus manos

me acarician,

cabalgo aplaterado en diurno,

de ojos nocturnos,

buscando claridades,

límpidas y sensuales.

 

Cuando tus manos

me acarician,

rubrican elfos y hadas,

aleteos libelulares que me hablan

de esperanza y regocijo.

Aún me lleno y sonrío.

 

Cuando tus manos

me acarician,

apaciguan enjambres de miel,

orgasman las palabras de fiel

encuentro junto a las miradas

no pronunciadas.

 

Cuando tus manos

me acarician,

lisonjas la algarabía

de la lluvia fresca al día,

saciando mis sentidos,

olvidando los sinsentidos.

 

Cuando tus manos

me acarician,

mi mirada adulas,

como un presagio de la luna

de voces angelicales

y estrellas incondicionales.

 

Cuando tus manos

me acaricien,

resurgiré de nuevo

en un mar de nieve,

en un cielo de luces

dádiva que me encumbre,

la vida entreteniendo

entre las divinidades despierte

y la suave brisa recubra mi rostro

delicadamente infantil a los ojos.



INCLÚYEME EN TU LISTA

Inclúyeme en tu lista

para cuando te quedes sin razones,

para cuando no estés,

opara estar bien,

opara no estar mal,

para vivir en paz,

para ser feliz.

 

Inclúyeme en tu lista

todos los días del año,

cuando necesites una caricia en el alma,

o un sentido abrazo cuando fracases,

o un hombro para apoyarte,

cuando haya una mano que echarte.

 

Inclúyeme en tu lista

cuando sientas un golpe en la nuca

o una opresión en las sienes,

cuando tengas que apretar las manos

de alguien para recibir apoyo…

Que allí estarán las mías bien limpias.

 

Inclúyeme en tu lista,

y no te dé rubor,

siente mi presencia para animarte,

cuando las lágrimas entristezcan

tus facciones de buena persona.

 

Inclúyeme en tu lista

para estar bien,

o para no estar mal.

O simplemente, para estar.

Todos los días del año,

inclúyeme en tu lista

para que seamos felices.





FRENTE AL MAR

La brisa se hacía un hueco entre nuestros cuerpos entrelazados, junto al único testigo pétreo, que permanecía impasiblemente erecto. La luna se reflejaba en la vasta llanura de sal y siseaba para aclimatar nuestras voces al murmullo espumoso que casi orillaba nuestros pies.

Todo era calma entre las sábanas arenales mientras nuestros fluidos generaban amor en nuestros labios temblorosos. Solo un rumor acompasaba nuestros gemidos exhaustos. Las manos crecían eternas en cada sacudida.

Y el mar, ese mar de inmensidad oportuna, troquelaba nuestros sentidos mientras tomábamos sorbo a sorbo el placer iódico de sus olas.

Todo era vida en aquel diminuto e idílico rincón oscuro que nos pertenecía. Nadie ni nada podía desacompasarnos, brazos y piernas protegían nuestros órganos vitales, apretando el tiempo para que no se nos escapara mar adentro.

La pequeña luz que con ritmo parsimonioso nos acompañaba, ponía aire festivo a nuestro encuentro ancestral.

Todo estaba dispuesto, cuerpos, oscuridad, luz, arena, muralla, mar y amor. Todo estaba dispuesto frente al mar.











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